Administración de sistemas.
Es
el acto de establecer y mantener el sistema. En ella se realizan labores de implementación, configuración, monitoreamiento,
documentación y el aseguramiento del correcto funcionamiento de un sistema, además
garantizar el tiempo de actividad (uptime), rendimiento, uso de recursos y la
seguridad de los servidores que administra de forma dinámica.
En
las organizaciones que cuentan con diversos sistemas informáticos, se torna más
compleja la administración. De esta forma, la administración de sistemas se
divide en roles: administrador de servidores, de bases de datos, de redes, de
correo electrónico, de servidores web, de seguridad, de respaldo etc. Cada uno
con sus correspondientes tareas específicas.
En
muchas organizaciones, la tarea administrar sistemas se extiende a la
planificación de crecimiento de cada sistema, como también la importante tarea
de copia de respaldo de la información contenida en ellos.
La administración
de un sistema incluye un amplia gama de tareas tales como las de instalar una
impresora o un escáner, configurar y compartir el acceso a Internet, instalar
programas, configurar un cortafuegos, añadir nuevos usuarios, etc., en
definitiva crear un entorno de trabajo seguro, cómodo y productivo.
En sistemas
operativos monousuario, tales como MS-DOS o Windows9x, las tareas
administrativas podían ser realizadas por cualquiera que tuviese acceso a la
máquina. Sin embargo en sistemas multiusuario como GNU/Linux se distingue
cuidadosamente entre el administrador, que es el único usuario con permisos
para administrar la máquina y el resto de usuarios, que carecen de tales
privilegios.
Configurar y
administrar un sistema es una tarea bastante compleja. De hecho, los manuales
de administración suelen ser volúmenes de un tamaño y dificultad considerables.

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